Caseta Er Bidum

Feria y Fiestas en Honor de San Gregorio de Osset

Alcalá del Río (Sevilla)

jueves, 7 de mayo de 2009

Breve Reseña Histórica

Parece ser que los inicios de Alcalá del Río son casi prehistóricos (del final de la era del bronce) , al igual que todas las colinas y terrazas de la margen derecha del Guadalquivir la meseta en la que se encuentra Alcalá debió habitarse desde el Calcolítico, impresión corroborada con restos arqueológicos encontrados.
Por su posición privilegiada, junto al rio y al resguardo de las inundaciones, podemos decir que desde los Tartesos (3000 a.C.) hasta hoy en día, los ilipenses hemos vivido en esta zona.
Ptolomeo la coloca entre las ciudades turdetanas con el nombre de Magua y Avieno sobre la zona Tartésica con el patronímico de Ileates. Mas tarde , en época Romana pasó a denominarse Ilipa Magna. Como puerto fluvial fue siempre una ciudad estrechamente vinculada al Guadalquivir y a la posición que tenía el emplazamiento como cruce de caminos tanto terrestres como fluviales. Probablemente este pueblo llegase a ser incluso más importante que la mismísima Hispalis (Sevilla) acuñando hasta seis módulos distintos de moneda propia. Aún hoy se conserva en buen estado parte de la antigua muralla de la ciudad.
Aun habiendo sido encontrados restos Visigodos, son muy escasas las referencias directas que existen de Alcalá del Río en esta época, sabemos que por entonces se la llamaba Aguas Duras. No obstante, es cuando Alcalá vive uno de los momentos más importantes de su historia social y religiosa, debido a la presencia entre sus muros del que luego sería San Gregorio de Osset.
Durante los siglos de ocupación Musulmana nuestro pueblo recupera nuevamente su valor estratégico sobre la zona, bajo el nombre de "Al-Kalat-Guad-Al-Kebir", del que deriva su nombre actual. El Rey Idris se afincó en Alcalá mientras sitiaba Sevilla para su posterior conquista. Fué tal el esplendor y poderio militar que solo pudo ser reconquistada por Fernando III en 1247 cuando su defensor, Axatal, la abandonó. Tambien Fernando III usa Alcalá como campamento y residencia en la preparación del asedio a la ciudad de Sevilla.
En el siglo XIV fué ocupada por el Marqués de Cádiz después de sus luchas contra el Duque de Medina-Sidonia.
No sería hasta finales del siglo XV coincidiendo con la Reconquista de Granada por los Reyes Católicos, cuando se da por culminada definitivamente la reconquista Alcalá del Río. Se cuenta que en el vierno de 1489 vienen los Reyes Católicos a Sevilla, estando don Fernando aquejado de fuertes dolores de cabeza y puesto en oración, se sintió plenamente recuperado, ordenando construir la Real Capilla de San Gregorio, que se levantó en 1495.
Hay muchísimos restos arqueológicos en la zona , bajo el pueblo se esconde la antigua Ilipa Magna, se han encontrado pequeñas cosas y restos de muralla repartidas por toda la localidad y no dejan de aparecer restos en las obras que se desarrollando actualmente.
Hasta mediados del s. XX, Alcalá del Río ha sido un pueblo que ha vivido principalmente del Río Guadalquivir y del campo. Apenas se han instalado industrias, ni siquiera las derivadas de estos. El Alcalareño tuvo, desde pequeño, que aprender el oficio de jornalero en los latifundios de la zona o el de pescador dedicado a la pesca del sábalo, la saboga o en el mejor de los casos el sábalo.
Hoy en día, sin dejar su producción agrícola, una de las firmas mas importantes de la localidad es la Sooc Coop. de Productores del Campo; muchos vecinos de Alcalá desarrollan su trabajo en la capital o en empresas del sector servicios e industria indirecta. Alcalá del Río es una de las poblaciones más grande de la comarca de la Vega

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